El elixir milenario
Existen tres variedades esenciales de la planta de ginseng que crecen de manera silvestre. Los dos tipos naturales de ginseng son el ginseng americano y el ginseng coreano. Existe un tercer tipo llamado ginseng siberiano, pero se ha descubierto que esta variedad realmente no se trata de ginseng; realmente el llamado ginseng siberiano es una planta de una familia distinta y se ha comenzado a identificar con el nombre de eleutero. Cada una de las partes que componen a las plantas de ginseng es útil para distintos propósitos y cuando se combinan dichas partes pueden elaborarse infusiones y preparaciones medicinales.
El nombre científico del ginseng americano es Panax quinquefolius y el del ginseng asiático es Panax ginseng. El nombre ginseng se deriva de las palabras chinas “ren shen”, que pueden interpretarse como “hombre hierba”, lo cual es una descripción que los chinos, quienes descubrieron la planta hace aproximadamente 3000 años en las montañas del norte de Manchurian, hicieron de la apariencia de la raíz ginseng, puesto que tiene una notable similitud con el cuerpo de un hombre.
El ginseng y sus poderosos antioxidantes multi-beneficios
Los chinos pensaban que al ingerir ginseng los malos espíritus eran expulsados del cuerpo y ello proporcionaba la felicidad, el cuerpo se llenaba de energía y la persona obtenía una vida más duradera.
Lo cual era una interpretación propia de los múltiples beneficios del ginseng en el cuerpo y la salud, tales beneficios parecían mágicos pero realmente son químicos y biológicos producidos por los adaptógenos que contiene, que son agentes que tienen la característica de adaptarse a su entorno y se encargan de balancear y regular las funciones del cuerpo.
El ginseng también cuenta con otros componentes llamados ginsenósidos, los cuales son unos potentes químicos antioxidantes exclusivos del ginseng. Los beneficios principales de estos componentes en el cuerpo humano tienen efectos antiinflamatorio.
¿Para qué sirve el ginseng?
Las propiedades del ginseng aportan una gran cantidad de ayuda a la salud al consumirse este en forma de té. Algunos de los efectos de estos componentes son:
El ginseng incrementa el apetito
El ginseng tiene propiedades que ayudan en la regulación de los problemas digestivos
El ginseng trae beneficios al sistema cardiovascular y la mejora de la circulación sanguínea
El ginseng mejora el estado de ánimo, reduce el cansancio y aumenta la vida sexual
El ginseng se usa para controlar y disminuir los malestar durante el periodo menstrual
El ginseng tiene propiedades que ayudan a disminuir significativamente el estrés,
El ginseng también se usa para el fortalecimiento del sistema inmunológico y para combatir infecciones
Todos estos beneficios del ginseng pueden ser muy útiles para personas que sufren de asma, diabetes, artritis, dolores de cabeza constantes, úlceras estomacales; se sabe que debido a sus efectivas propiedades antiinflamatorias ayuda a reducir las probabilidades de desarrollar cáncer y a coadyuvar a su control en los tratamientos contra este mal. Se cree que el té de ginseng asiático puede ser un útil recurso para combatir la dependencia química a las drogas.
Las propiedades del ginseng tienen la capacidad de asistir en el control de infecciones persistentes en el cuerpo debido a que fortalecen el sistema inmunológico. Al mismo tiempo pueden mejorar la efectividad de algunas vacunas, y de algunos medicamentos, por ejemplo mejoran el efecto de la vacuna contra la influenza común y de los antibióticos, especialmente los utilizados para males de las vías respiratorias como la bronquitis.
Los antioxidantes que contiene el ginseng son benéficos para la salud del corazón y ayudan a mejorar diversos problemas cardiacos.
Un té bien cargado de beneficios
Para obtener los múltiples beneficios del ginseng, una taza de té resultará ser muy útil. Para ello hay que conseguir ginseng fresco y cortar 10 rebanadas pequeñas. Éstas se hierven a fuego lento en 3 tazas de agua entre 15 y 20 minutos. Posteriormente las rebanadas de ginseng se retiran de la infusión y ésta se deja enfriar. El té se puede servir caliente o frío y puede ser almacenado en el refrigerador.
Efectos adversos y contraindicaciones
El ginseng es una planta no tóxica que generalmente no presenta ningún riesgo para las personas, aunque el consumo a largo plazo puede resultar en problemas de hipertensión y provocar insomnio. Sin embargo, debido a los potentes componentes de la planta, los usos del ginseng deben ser restringidos por las personas que utilizan cierto tipo de medicamentos.
Puede provocar efectos adversos cuando se toma a la par con medicamentos tales como la insulina, la fenelzina, warfarina, heparina, aspirina y los diuréticos. Cualquier medicamento estimulante del sistema nervioso o que eleve un estado de alerta cognitivo no debe tomarse en conjunto con el ginseng. Las mujeres embarazadas, en etapa de lactancia y los niños pequeños también deben evitar su consumo.