La acelga ha estado presente en la dieta de distintas culturas durante varios siglos, quizás durante tanto tiempo como la remolacha, la cual se sabe que tiene miles de años de antigüedad. Sin embargo, dado que estas dos subespecies son tan similares, no es sencillo establecer una edad exacta o una región nativa de la acelga. Aunque crece más comúnmente en el hemisferio norte y es un ingrediente muy popular en la cocina mediterránea.
La acelga es un vegetal de hojas verdes cuyo nombre científico es Beta vulgaris var. Cicla. Está fuertemente relacionada con la remolacha y hasta comparten la misma clasificación científica, sin embargo, la remolacha por lo general es cultivada por sus raíces, mientras que las acelgas son populares por sus hojas.
La acelga por lo general se consume cruda en ensaladas, pero también puede cocinarse o saltearse. El sabor amargo de la hoja desaparece al cocinarla, dejando un suave y delicioso sabor más sutil que el de la espinaca, un vegetal con el que frecuentemente confunden a la acelga. Y tal como la espinaca, la acelga es considerada uno de los vegetales más saludables existentes y sin lugar a dudas, es un ingrediente muy valioso en una dieta saludable.
Propiedades de la acelga
Los beneficios de las acelgas son sorprendentes, este vegetal puede regular los niveles de azúcar, prevenir varios tipos de cáncer, mejorar la digestión, el sistema inmune, combatir la inflamación, entre muchas otras cosas más.
La acelga posee muchos fitonutrientes que mejoran la salud y previenen las enfermedades.
Tiene muy pocas calorías y grasas, una de las propiedades de la acelga ideal para controlar el colesterol e incluirla en los programas para bajar de peso.
Las hojas de la acelga son una fuente excelente de vitamina C, un poderoso antioxidante. Además posee muchos otros antioxidantes igual de poderosos.
Otra de las propiedades de la acelga, en lo que respecta a las vitaminas, es su alta cantidad de vitamina K, vitamina A y las vitaminas del complejo B.
Las propiedades de la acelga también incluyen minerales como cobre, calcio, sodio, potasio, manganeso, hierro y fósforo.
Beneficios de los antioxidantes de la acelga
La acelga contiene antioxidantes como ß-caroteno (beta-caroteno), α-caroteno (alfa-caroteno), luteína y zea-xantina, quercetina, vitamina E, vitamina C y otros antioxidantes con propiedades anticancerígenas por su capacidad de neutralizar radicales libres, los cuales son subproductos peligrosos del metabolismo celular que pueden causar que las células sanas se conviertan en malignas.
Además, estos antioxidantes también tienen propiedades antiinflamatorias que al combinarse con el potasio, ofrecen una efectiva forma de reducir la presión sanguínea y el estrés en el sistema cardiovascular. Algunos problemas de hipertensión se originan por enzimas que provocan procesos inflamatorios en el cuerpo, estas enzimas pueden ser neutralizadas con ayuda de los compuestos orgánicos hallados en las acelgas.
El ß-caroteno y la vitamina A también han sido relacionados de manera favorable con la salud del ojo y la reducción de la degeneración macular, el glaucoma, la ceguera nocturna y otros problemas de la visión. Además, la luteína también es un antioxidante esencial para la salud de los ojos y tiene la capacidad de retardar y hasta prevenir la degeneración macular a causa de la vejez.
La vitamina A en la acelga
La vitamina A, además de ser un poderoso antioxidante, también ayuda a mejorar el sistema inmune, otorga un poderoso escudo natural contra las infecciones, y principalmente contra las enfermedades del sistema respiratorio como el dolor de garganta, la gripe, los resfriados, la faringitis, la sinusitis y la bronquitis. La vitamina A también promueve la salud de la piel, el cabello y las membranas mucosas; hace que la piel luzca con más brillo y fresca, y fortalece el cabello; evitar la resequedad de la piel, ayuda a sanar heridas e imperfecciones de la piel. Es ideal para tratar algunas enfermedades como el eczema, el acné, la psoriasis, el herpes, entre otras.
Otros beneficios de la acelga
La acelga contiene una cantidad significativa de calcio y puede ayudar mucho a mejorar la salud de los huesos. El calcio en conjunto con otros compuestos hallados en este vegetal, como el magnesio y la vitamina K, estimula el buen crecimiento de los huesos.
El potasio y la vitamina K que la acelga contiene ayudan a mejorar el desarrollo cognitivo. Estos dos compuestos de la acelga se encuentran en cantidades significativas en el cerebro.
El hierro y el cobre son elementos esenciales para la formación de glóbulos rojos. Sin estos dos minerales las personas pueden desarrollar anemia, la cual se manifiesta mediante síntomas como fatiga, debilidad, desórdenes estomacales y falta de concentración. Al tener una cantidad adecuada de células rojas en el cuerpo con la ayuda de las acelgas, la circulación de la sangre en nuestro cuerpo y con ello, la correcta oxigenación de los órganos esenciales, se incrementan.
Precauciones
Debido a su alta cantidad de vitamina K, las personas bajo terapias con anticoagulantes deben evitar el consumo de acelga puesto que incrementa la concentración de vitamina K en la sangre, causando el efecto contrario que los anticoagulantes intentan lograr.